¿Has notado que nuestra mascarilla no se seca?
Ya hemos hablado antes sobre nuestra mascarilla regeneradora; sin embargo, esta vez queremos responder una de las preguntas que más nos hacen al momento de usarla: ¿por qué no se seca?
Primero, hay que recordar que las mascarillas tienen como propósito limpiar pero además cubrir las necesidades específicas de cada piel con principios activos determinados. Por ejemplo, hay mascarillas enfocadas en hidratar, iluminar, nutrir o. La nuestra, como puedes suponerlo, tiene como objetivo favorecer la regeneración.
El mecanismo de acción de las mascarillas
Naturalmente nuestra piel tiene microbiota: un conjunto de microorganismos vivos que conforman un ecosistema capaz de protegernos de los agentes externos. Este manto lleno de bacterias, hongos, virus y parásitos tiene un pH ácido porque, para evitar que otros organismos se instalen en ella, la piel tiende a acidificarse: es sabia y su intención es ahuyentar a los patógenos y mantener nuestra piel equilibrada.
Gracias al ciclo de la vida estos microorganismos están en constante renovación y de ellos se desprenden las células muertas. Las mascarillas prometen, entre otras cosas, limpiar a profundidad y eliminar estos residuos. El problema con las mascarillas que se secan es que, además de quitar la piel muerta, lastima nuestra microbiota dejándonos desprotegidos.
Una cara con la barrera de la piel lastimada se adelgaza y sensibiliza, haciéndola susceptible a infecciones o daños que pueden llegar a ser irreversibles.
¿Por qué tienes que probar nuestra mascarilla de arcillas y macadamia?
Pensando en esto, creamos una fórmula especial que no seca. La base de nuestra mascarilla es aceitosa, por lo que además de mantenerse fresca, se desdoblará en tu piel y nutrirá sus capas profundamente con las proteínas vegetales presentes en la jojoba, el ricino, las almendras dulces, el mamey y la macadamia.
Queremos recordarte que nuestra mascarilla de arcillas y macadamia ganó en la sección Tratamientos de los Best Beauty Buys InStyle 2021 como mejor mascarilla. En palabras de Ingrid Gehrke, dermatóloga, es “muy interesante, muy innovadora” y una gran opción para los fanáticos de los productos naturales.
Dentro de su lista de ingredientes encontrarás, además de los ya mencionados, polvo de avena, cáscara de nuez triturada, levadura de cerveza y vitamina E; un mix perfecto para mantener la microbiota cutánea en balance.
Si aún no la conoces y te gustaría probarla da clic AQUÍ.