La vida en la Sierra Sur
Desde pequeña mi lugar favorito siempre ha sido el bosque.
Hace 8 años, mi esposo y yo decidimos buscar un lugar en el que pudiéramos crear nuestro proyecto de permacultura holística y criar a nuestros hijos de una manera mas sencilla y adentrados en la naturaleza. Encontramos un bello y mágico lugar, lleno de simpleza y vida, la Sierra Sur de Oaxaca, lugar en el que los dos, por diferentes razones, ya habíamos estado de visita, viviendo por temporadas y disfrutado de esas montañas.
La vida simple y con mucha paz, era lo que buscábamos, donde pudiéramos crear un modelo sostenible de una vida más conectada a la naturaleza y a sus ciclos.
Encontramos un pequeño terreno en el que finalmente construimos nuestra casa, era el comienzo de el proyecto de permacultura que tanto habíamos soñado.
Nuestra casa esta hecha por Joaquín, mi esposo, el es arquitecto, el junto con verdaderos artesanos crearon los muros de barro. Hacen una mezcla de barro, con ocoxal (agujas de pino), y agua. Es un tipo de construcción local, los muros son fuertes y térmicos.
La madera de la casa, toda fue tratada con aceites y ceras completamente naturales. Los huertos están hechos pensados para retener el agua, y son regados con agua de captación de lluvia.
La gente del pueblo se sorprendía de ver como construíamos, y cuidando tantos detalles para ser sostenibles y emplear “técnicas antiguas” que ya nadie usaba.
Poco a poco nuestras vecinas y amigas locales sintieron curiosidad por lo que estábamos haciendo.
Cuando nos visitaban y veían los huertos y las plantas medicinales que sembrábamos se acercaban a decirnos : “Esa planta la usaba mi abuela para curar, pero ya no la usamos porque ya no sabemos cómo”. Empezamos a compartir e intercambiar saberes y semillas. Su interés hizo que yo me interesara en encontrar una manera de involucrar a todas esas mujeres en un proyecto. Así empezamos a crear productos para el cuidado personal.
Estar aquí viviendo o por temporadas, nos recuerda lo simple y hermosa que puede ser la vida, que no se necesita tanto para sentirse pleno y conectado a la naturaleza.